TEMA
5
5.1.
Las normas morales.
La
moral son los valores o normas que rigen nuestro comportamiento. Son
normas asumidas que consideramos correctas y que solemos seguir en
nuestro día a día. Estas normas nos suelen venir por la tradición,
las costumbres o la religión. No debo mentir, no debo robar o no
debo abusar de los más débiles son ejemplos de normas morales.
Las
sociedades humanas son posibles porque un grupo de personas comparten
unos valores y normas morales. Las mayorías de los seres humanos
compartimos normas morales básicas: no se debe robar, matar o abusar
de los más débiles. Pero a veces diferentes sociedades tienen
distintas normas morales. Por ejemplo, en la cultura islámica la
mayoría considera correcto moralmente que un hombre se case con más
de una mujer y que una mujer solo pueda casarse con un hombre, pero
en Occidente la mayoría no lo consideramos moralmente correcto.
También
es posible que dentro de una misma sociedad donde se comparten muchos
valores y normas morales surjan conflictos, pues no todos estamos de
acuerdo en todas las normas morales que consideramos correctas. Por
ejemplo, si hablamos sobre el aborto, el consumo libre de drogas o
los toros enseguida nos damos cuenta de que cada uno tiene sus normas
morales. Si en estos casos cada miembro de la sociedad actuase según
su moral surgirían conflictos que pondrían en peligro la
convivencia y la propia sociedad, pues cada uno de nosotros tendemos
a vivir nuestras propias normas morales como normas justas de
obligado cumplimiento para todos. Precisamente para evitar este
conflicto surge el Estado y las leyes políticas.
5.2.
Norma moral y ley política
Las
leyes políticas son también normas que nos indican qué es lo que
debemos hacer y qué no. Pero hay diferencias. Si no cumplimos una
norma moral nos podemos sentir culpables o podemos sentir vergüenza,
pero el Estado no nos castiga por ello. Sin embargo si no cumplimos
las leyes, el Estado nos puede aplicar una sanción: una multa o
incluso la cárcel. El Estado es el único que puede utilizar
legítimamente la violencia para imponer la ley. Y esa fuerza del
Estado es la policía. Pero a veces las leyes pueden desviarse mucho
de lo que consideramos moralmente correcto: ¿se debe entonces
cumplir siempre la ley aunque no me parezca correcta?
5.3.
Ley política y legitimidad
La
respuesta no es fácil. Pero podríamos responder diciendo que la ley
se debe cumplir si es legítima. Una ley es legítima si respeta la
dignidad humana y las libertades fundamentales (expresión,
manifestación, libre circulación, etc). Y si la inmensa mayoría de
la sociedad las reconoce como válidas. Como todos podemos discrepar
en algunas cosas sobre lo que es correcto o no lo es, debe haber un
acuerdo previo para que no exista una guerra continua dentro de la
sociedad. Las sociedades se ponen de acuerdo en el procedimiento para
elaborar las leyes. Cuando la mayoría está de acuerdo en el
procedimiento por el cual se promulga las leyes decimos que
reconocemos la legitimidad de la ley. Esto quiere decir que si las
leyes, en plural, son legítimas; aunque esta o aquella ley
particular no me parezca justa, me comprometo entonces a respetarla y
a cumplirla.
En
los países occidentales las leyes son legítimas porque los
ciudadanos participamos en los asuntos políticos: elegimos a los
políticos que elaboran esas leyes. Y los elegimos sabiendo qué
leyes quieren hacer o que leyes quieren derogar. El consentimiento
mayoritario de la sociedad les da esa legitimidad. Si la mayoría de
la sociedad no les diese ese consentimiento (no votase a nadie, por
ejemplo), perderían entonces esta legitimidad. En nuestras
sociedades occidentales si las leyes son legítimas pero una ley no
nos parece justa (porque no coincide con mi moral), existe el
compromiso de respetarla y cumplirla. Y también el derecho de
criticarla e intentar convencer a los demás ciudadanos de la
injusticia de esa ley; pero no por la violencia, sino utilizando la
palabra y la argumentación.
En
otros países hay una especie de acuerdo de que la ley es legítima
si se fundamenta en textos sagrados. En estos casos la mayoría de la
población suele considerar las leyes justas si están de acuerdo con
las normas morales de su religión. Así ocurre en Arabia Saudita,
por ejemplo.
En
algunas ocasiones la ley se considera legítima si ha sido dictada
por un líder carismático que la mayoría de la población acepta y
valora. Así ocurrió con Julio Cesar en el Imperio romano, por
ejemplo.
En
cualquier caso un sistema legal y político (y por tanto sus leyes)
es legítimo si respeta la dignidad humana y si es admitido y
consentido por la gran mayoría de la sociedad.
5.4.
Ética y moral
La
ética y la moral son palabras sinónimas: la ética y la moral nos
dan normas, nos dice lo que debemos hacer o no, lo que está bien o
está mal. Pero en filosofía ética y moral se suelen usar de manera
diferente. Cuando consideramos que lo que debemos hacer ( lo que está
bien y es correcto), es lo que nos viene por la costumbre, la
tradición o una religión, se suele utilizar la palabra moral. Pero
cuando lo que consideramos que se debe hacer es fruto de una
reflexión o de un pensamiento, nos solemos referir al pensamiento y
a las normas que se derivan de él como ética.
Tareas sobre el tema
Escribe un resumen del tema que ocupe entre una página y dos
páginas.
1/Cita
tres normas morales que la mayoría de la gente suele compartir.
2/¿Qué
diferencia fundamental hay entre norma moral y ley política?
3/¿Cuándo
una ley es legítima?
4/Ética
y moral viene a significar lo mismo, ¿pero cuando es más correcto
utilizar la palabra ética?
5/Pon
V o F según sea verdadero o falso.
a)
A veces diferentes sociedades tienen distintas normas morales.
b)Si
no cumplimos una ley, el Estado nos podría sancionar o castigar.
c)Todos
estamos de acuerdo en todas las normas morales que consideramos
correctas.
d)
En algunos países hay una especie de acuerdo en que la ley es
legítima si se fundamenta en una religión.
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