lunes, 16 de marzo de 2020

MORAL, ÉTICA Y LEGITIMIDAD

TEMA 5


5.1. Las normas morales.
La moral son los valores o normas que rigen nuestro comportamiento. Son normas asumidas que consideramos correctas y que solemos seguir en nuestro día a día. Estas normas nos suelen venir por la tradición, las costumbres o la religión. No debo mentir, no debo robar o no debo abusar de los más débiles son ejemplos de normas morales.
Las sociedades humanas son posibles porque un grupo de personas comparten unos valores y normas morales. Las mayorías de los seres humanos compartimos normas morales básicas: no se debe robar, matar o abusar de los más débiles. Pero a veces diferentes sociedades tienen distintas normas morales. Por ejemplo, en la cultura islámica la mayoría considera correcto moralmente que un hombre se case con más de una mujer y que una mujer solo pueda casarse con un hombre, pero en Occidente la mayoría no lo consideramos moralmente correcto.
También es posible que dentro de una misma sociedad donde se comparten muchos valores y normas morales surjan conflictos, pues no todos estamos de acuerdo en todas las normas morales que consideramos correctas. Por ejemplo, si hablamos sobre el aborto, el consumo libre de drogas o los toros enseguida nos damos cuenta de que cada uno tiene sus normas morales. Si en estos casos cada miembro de la sociedad actuase según su moral surgirían conflictos que pondrían en peligro la convivencia y la propia sociedad, pues cada uno de nosotros tendemos a vivir nuestras propias normas morales como normas justas de obligado cumplimiento para todos. Precisamente para evitar este conflicto surge el Estado y las leyes políticas.

5.2. Norma moral y ley política
Las leyes políticas son también normas que nos indican qué es lo que debemos hacer y qué no. Pero hay diferencias. Si no cumplimos una norma moral nos podemos sentir culpables o podemos sentir vergüenza, pero el Estado no nos castiga por ello. Sin embargo si no cumplimos las leyes, el Estado nos puede aplicar una sanción: una multa o incluso la cárcel. El Estado es el único que puede utilizar legítimamente la violencia para imponer la ley. Y esa fuerza del Estado es la policía. Pero a veces las leyes pueden desviarse mucho de lo que consideramos moralmente correcto: ¿se debe entonces cumplir siempre la ley aunque no me parezca correcta?

5.3. Ley política y legitimidad
La respuesta no es fácil. Pero podríamos responder diciendo que la ley se debe cumplir si es legítima. Una ley es legítima si respeta la dignidad humana y las libertades fundamentales (expresión, manifestación, libre circulación, etc). Y si la inmensa mayoría de la sociedad las reconoce como válidas. Como todos podemos discrepar en algunas cosas sobre lo que es correcto o no lo es, debe haber un acuerdo previo para que no exista una guerra continua dentro de la sociedad. Las sociedades se ponen de acuerdo en el procedimiento para elaborar las leyes. Cuando la mayoría está de acuerdo en el procedimiento por el cual se promulga las leyes decimos que reconocemos la legitimidad de la ley. Esto quiere decir que si las leyes, en plural, son legítimas; aunque esta o aquella ley particular no me parezca justa, me comprometo entonces a respetarla y a cumplirla.
En los países occidentales las leyes son legítimas porque los ciudadanos participamos en los asuntos políticos: elegimos a los políticos que elaboran esas leyes. Y los elegimos sabiendo qué leyes quieren hacer o que leyes quieren derogar. El consentimiento mayoritario de la sociedad les da esa legitimidad. Si la mayoría de la sociedad no les diese ese consentimiento (no votase a nadie, por ejemplo), perderían entonces esta legitimidad. En nuestras sociedades occidentales si las leyes son legítimas pero una ley no nos parece justa (porque no coincide con mi moral), existe el compromiso de respetarla y cumplirla. Y también el derecho de criticarla e intentar convencer a los demás ciudadanos de la injusticia de esa ley; pero no por la violencia, sino utilizando la palabra y la argumentación.
En otros países hay una especie de acuerdo de que la ley es legítima si se fundamenta en textos sagrados. En estos casos la mayoría de la población suele considerar las leyes justas si están de acuerdo con las normas morales de su religión. Así ocurre en Arabia Saudita, por ejemplo.
En algunas ocasiones la ley se considera legítima si ha sido dictada por un líder carismático que la mayoría de la población acepta y valora. Así ocurrió con Julio Cesar en el Imperio romano, por ejemplo.
En cualquier caso un sistema legal y político (y por tanto sus leyes) es legítimo si respeta la dignidad humana y si es admitido y consentido por la gran mayoría de la sociedad.
5.4. Ética y moral
La ética y la moral son palabras sinónimas: la ética y la moral nos dan normas, nos dice lo que debemos hacer o no, lo que está bien o está mal. Pero en filosofía ética y moral se suelen usar de manera diferente. Cuando consideramos que lo que debemos hacer ( lo que está bien y es correcto), es lo que nos viene por la costumbre, la tradición o una religión, se suele utilizar la palabra moral. Pero cuando lo que consideramos que se debe hacer es fruto de una reflexión o de un pensamiento, nos solemos referir al pensamiento y a las normas que se derivan de él como ética.

Tareas sobre el tema 
 Escribe un resumen del tema que ocupe entre una página y dos páginas.

1/Cita tres normas morales que la mayoría de la gente suele compartir.
2/¿Qué diferencia fundamental hay entre norma moral y ley política?
3/¿Cuándo una ley es legítima?
4/Ética y moral viene a significar lo mismo, ¿pero cuando es más correcto utilizar la palabra ética?

5/Pon V o F según sea verdadero o falso.
a) A veces diferentes sociedades tienen distintas normas morales.
b)Si no cumplimos una ley, el Estado nos podría sancionar o castigar.
c)Todos estamos de acuerdo en todas las normas morales que consideramos correctas.
d) En algunos países hay una especie de acuerdo en que la ley es legítima si se fundamenta en una religión.

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